EL SINTUP EN TIEMPOS DE ELECCIONES UNIVERSITARIAS: UNA REALIDAD UNIVERSITARIA Y UNA ORGANIZACIÓN DE NUEVO TIPO.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad de Panamá-SINTUP, es el heredero legítimo e indiscutible de las luchas y sueños de cientos de miles de trabajadores universitarios, que desde antes y después de 1980, fueron sumando sus esfuerzos, sacrificios y desvelos, para que hoy contemos con una organización de nuevo tipo y carácter, como expresión indiscutible no sólo del desarrollo y madurez alcanzado por el movimiento sindical panameño y universitario, sino como resultado de exigencias propias de los tiempos actuales.
Los trabajadores administrativos universitarios acumulan grandes méritos, de los cuales tienen el legítimo derecho de sentirse hondamente orgullosos. Hemos sido los primeros en consignar en los Estatutos y reglamentos de una institución pública panameña, dos derechos humanos fundamentales: el derecho a la libre sindicalización y el derecho a la negociación colectiva de nuestras condiciones y conflictos de trabajo. Tenemos el primer sindicato del sector público y la primera Convención Colectiva en la historia universitaria.
Sin dudas que el SINTUP nace y se desarrolla desde los cimientos mismos de la Asociación de Empleados de la Universidad de Panamá-ASEUPA. Recoge y sintetiza sus luchas y reivindicaciones más importantes, pero adquiere en su conformación, métodos y estilos de trabajo, rasgos propios que lo convierten en una organización más crítica, más unitaria, más democrática y, sobre todo, dotada de un nivel de independencia real de las administraciones universitarias, como debe ser la conducta en un verdadero SINDICATO con mayúsculas.
Atrás han quedado para siempre prácticas o supuestas "estrategias", que para algunos podrían haber sido consideradas "exitosas", pero que en el fondo manchaban tanto a la organización, que la hacían lucir como un gremio de los que suelen llamarse amarillos. Aquí ya no hay cabida para eso. El SINTUP es una organización con una Junta Directiva propia, que no necesita de maquinaciones tenebrosas, para defender los legítimos intereses de los trabajadores. Este Sindicato no acepta ni aceptará la injerencia en sus asuntos ni directa ni de forma disimulada, tanto en el Campus como en los Centros Regionales, de ninguna autoridad.
Definitivamente el SINTUP es una realidad universitaria y una organización sindical de nuevo tipo cuyo proceso de cambio tardará un tiempo para que muchos, acostumbrados a métodos ya desfasados, asimilen esta etapa cualitativamente superior que con el SINTUP, se ha inaugurado en nuestra Universidad.
Esas son las raíces y los principios en que nos basamos, para proclamar la neutralidad del Sindicato en este proceso electoral universitario que es, al mismo tiempo, nuestra forma más concreta de expresar la total independencia que con tanto esfuerzo y sacrificio, hemos labrado. La certeza de esta postura principista es puesta a prueba, cuando las pocas críticas recibidas provienen de sectores y personas, cuyas ambiciones e intereses personales o de grupo, sólo pueden ser saldadas sacrificando principios o rindiendo las históricas banderas de la lucha.
Ya lo hemos dicho y reiterado: El SINTUP no inducirá orientaciones políticas a favor o en contra de ningún candidato o candidata, dicho lo anterior exhortamos a nuestras bases a votar libremente y a conciencia por los candidatos de su predilección. Aquellos compañeros de la organización que han tomado la decisión de sumarse activamente a las campañas políticas actuales lo hacen a título personal y por lo tanto no representan la posición oficial del SINTUP y sus órganos de gobierno.
Cuando sólo queda poco más de una semana para que tengan lugar las elecciones universitarias, nuestro Sindicato lamenta reconocer que el discurso académico y propositivo, que esperaba fuera la nota característica, ha estado sencillamente ausente. El debate sobre el papel de la Universidad en la formación de un sujeto más crítico entre los estudiantes, que los prepare para tomar conciencia del mundo de inequidad y explotación que se vive; en el sostenimiento del hegemónico modelo cultural y social que avasalla a la gran mayoría pueblo panameño; en la necesidad de convertir a la educación superior en un factor esencial para la emancipación humana, a través de un cambio de las orientaciones fundamentales de la sociedad; son temas que han carecido de la importancia y prioridad que a juicio de nuestra organización, los mismos tienen.
Asimismo, este Sindicato esperaba de los candidatos una reflexión sobre los peligros de una enseñanza virtual que se antoja, no como paliativo de supervivencia, sino como alternativa principal y muy precaria de una educación donde la conexión humana desaparece y se impone la online. En definitiva, aguardamos la discusión sobre una Universidad que reclama profundas transformaciones que la eleven al rango de agente de cambio social, sin reproducir los privilegios y desigualdades que se observan en nuestra sociedad. No obstante, todavía estamos a tiempo de que las elecciones universitarias se llenen del contenido que merecen.
¡SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS!
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