Hoy nos dirigimos a ustedes con profunda preocupación por el futuro de nuestra institución y el bienestar de aquellos que contribuyen diariamente a su excelencia. Es alarmante enterarse de que algunas cláusulas críticas están siendo removidas del pliego de peticiones de la convención colectiva, posiblemente para complacer a sindicatos amarillos y a intereses políticos dentro de la administración. No debemos permitir que esta maniobra socave la integridad del proceso de negociación colectiva y, por extensión, los derechos y condiciones laborales de todos los trabajadores. Es imperativo recordar que la negociación colectiva es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia laboral. Representa no sólo la capacidad de los trabajadores para negociar condiciones justas y equitativas de empleo, sino también un compromiso para fomentar un diálogo social constructivo entre la administración y la fuerza laboral. Este proceso, basado en el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones equitativas, ha demostrado ser una herramienta inestimable para mantener la paz laboral y promover el bienestar de los trabajadores y la institución en su conjunto. La remoción de cláusulas que están actualmente en discusión constituye un acto de mala fe y socava la confianza en el proceso de negociación. Esencialmente, esto representa un retroceso en los avances que hemos logrado en materia de diálogo social. Además, al permitir que intereses politiqueros influyan en las negociaciones, se pone en riesgo la autonomía y la objetividad que deben prevalecer en estas discusiones. Este tipo de política desleal no sólo afecta negativamente a los trabajadores actuales, sino que también crea un precedente peligroso que podría debilitar la capacidad de futuros trabajadores para defender sus derechos y condiciones de trabajo. Además, la frustración y el descontento que esto genera entre los trabajadores puede desembocar en agitaciones y conflictos dentro de la institución, lo que sería perjudicial para todos. Es por ello que hacemos un llamado a todos los trabajadores de la Universidad de Panamá a permanecer unidos y vigilantes frente a estos acontecimientos. Debemos trabajar juntos para salvaguardar el proceso de negociación colectiva, asegurándonos de que se mantenga transparente, justo y libre de influencias impulsadas por el odio y la venganza política.
Asimismo, invitamos a la administración a reflexionar sobre la importancia de mantener un diálogo social constructivo y a actuar con integridad en beneficio de toda la comunidad universitaria. Que este momento sirva como una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con los valores de justicia, equidad y respeto mutuo que deben guiar nuestras acciones y decisiones dentro de esta venerada institución.
Seguiremos informando....
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