Sin Libertad Sindical, no hay Democracia.

Sin Libertad Sindical, no hay Democracia, igual que Destruir al SINTUP para Vulnerar Derechos Laborales. Para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad de Panamá SINTUP, cada día está más claro que existe una corriente autoritaria y antidemocrática, de un grupo de "cabezas calientes" de nuestra Universidad, que, entre SUS principales fines, buscan destruir la organización, como fórmula para arrebatarle a los trabajadores sus más sagradas conquistas laborales y económicas, presentes y futuras. Estos personajes, han calculado perfectamente que cualquier debilidad que experimente el SINTUP, en su capacidad de movilización, unidad y cohesión de los trabajadores a la hora de reclamar el respeto a sus derechos laborales, es un paso importante en sus intenciones de desmantelar la verdadera y auténtica organización sindical, que existe en la Universidad de Panamá. Para ningún trabajador administrativo es un secreto, que, en nuestra universidad, desde hace mucho tiempo, hay voces que consideran que nuestro sector posee un exceso de privilegios y prerrogativas inmerecidas. Solo nos conciben (a los trabajadores), como súbditos sin derechos, solo con deberes; como apéndices secundarios de la estructura universitaria. Para nuestra organización, que tiene más de 4 décadas de existencia, y un abultado historial de luchas y victorias, estas acciones temerarias, irresponsables y contrarias a los principios universitarios, no son para nada novedosas. En muchas etapas de nuestra historia universitaria, que incluyen, la de post invasión militar estadounidense, estas arremetidas se intentaron sin éxito alguno. De igual manera, a principios XXI se hizo con APUDEP, cuando administraciones promovieron la desafiliación de sus profesores, forzando el nacimiento de la ADUPA, asociación hoy virtualmente clausurada. En esa época, fue la ASEUPA la única organización que, por principios, expresó su completa y efectiva solidaridad con los compañeros de APUDEP, al considerar que ninguna verdadera organización gremial, debería prestarse para semejantes acciones violatorias de la libertad sindical. Hoy la arremetida es contra el SINTUP, y mañana será cualquier otra organización gremial o sindical; ya que la historia siempre gira en espiral. Los que hoy creen, a despecho de nuestra historia, que podrán vencernos o doblegarnos, sencillamente ignoran que el SINTUP no es un sindicato amarillo, como otros que surgieron como una fabricación artificial por el desvario de 20 personas oportunistas, que, a sueldo, solo buscan sus intereses personales. Somos y seguiremos siendo una realidad universitaria, que lucha por los intereses colectivos de los trabajadores universitarios, la Universidad de Panamá y el pueblo panameño desde 1980, y lo seguiremos haciendo, pese a todos los intentos de disminuir nuestra fuerza. Es por ello, que llevaremos acciones en los escenarios nacionales e internacionales, para la defensa de la libertad sindical en nuestro país. A todos los trabajadores universitarios, los alertamos de estas maniobras de incitación a la desafiliación del SINTUP, que, bajo las más perversas campañas sucias de odio, amparadas en el anonimato y con diferentes tipos de presiones, vienen promoviendo sectores inescrupulosos de la Universidad de Panamá. No hay nada loable en este propósito, más que condenarnos nuevamente a una dura servidumbre, y dejarnos sin la única organización con la que cuenta el trabajador en nuestra institución, para defender sus derechos y conquistas. La pregunta que nos debemos hacer es: ¿quién o quiénes se beneficiarían, si desapareciera o se debilitara considerablemente el SINTUP, hasta el punto de no poder defender tus derechos, ahora que se avecinan cambios de autoridades, frente a la peor crisis económica del siglo, y en medio de esta trágica pandemia? De seguro, tu respuesta te permitirá, primero, comprender cuáles son tus verdaderos enemigos, que amenazan tus conquistas e intereses, y segundo, valorar la importancia suprema de tener un sindicato serio que está al servicio de la universidad de Panamá y sus trabajadores, y no de mezquinos intereses personales individuales y de grupitos. ¡Sin luchas, no hay victorias!