Como hemos venido afirmando en todas nuestras intervenciones y comunicados, para el SINTUP la defensa de un presupuesto cónsono con las obligaciones y los compromisos que la Universidad de Panamá tiene con la sociedad panameña, es un asunto de principios irrenunciable. Sin embargo, tal defensa no implica que renunciemos de ningún modo a mantener en todo momento una actitud crítica sobre un presupuesto que debe darle prioridad al mantenimiento y mejoramiento de las instalaciones, a garantizarles a los estudiantes una educación de calidad, a la recuperación del papel cimero que la Universidad debe cumplir en el ámbito cultural de nuestro país.
Asimismo, esta defensa pre-supone, además, que nuestra organización se mantendrá vigilante para exigir que, en su ejecución, el presupuesto del 2023 se haga con la mayor transparencia posible y que toda la comunidad universitaria sea informada periódicamente. De modo que el SINTUP rechaza y rechazará cualquier intento por tratar de marginarlo de una postura política que no surge para apoyar una administración universitaria, sino es el resultado de un principio que históricamente ha hecho flamear nuestras banderas de lucha.
No hay duda alguna que el recorte presupuestario que se le pretende hacer a la Universidad, constituye no sólo una vulneración clara de su autonomía, sino que representa un duro golpe para su gestión y la obligará a reducir drásticamente sus gastos en mantenimiento e inversiones. Esta nueva estocada contra el presupuesto universitario, se inscribe en las muchas que, desde el gobierno perredista, han tenido lugar año tras año. No ha existido un solo período desde el 2019, que la administración Cortizo no haya pretendido lesionar los fondos y presupuesto universitarios.
La educación, sobre todo la educación superior, garante de la formación de profesionales idóneos, no puede ni debe ser sometida a estos recortes tan criminales como perversos. Sólo una sociedad comprometida con el atraso y fracasada culturalmente, es capaz de negarle sin remordimiento alguno, a su principal centro del saber, los recursos económicos que a éste le urge para cumplir cabalmente sus funciones de docencia, investigación, extensión y producción.
Por eso esta organización rechaza de manera tajante y contundente, este nuevo intento de violación de la autonomía universitaria, a través de un recorte presupuestario para el 2023, que afectará de manera sustancial todas las actividades de la Universidad de Panamá.
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